lunes, 8 de agosto de 2011

Dibujo de la "Tía Belén", Matías Torres

Santi U, Santi M, Santi E, Santi L, Mati P, Mati A, Mati T, Mati S, Martín, Raimundo, Gregorio, Felipe, José Ignacio, Tomás T, Tomás R-T, Manolito, Benjita, Emilio, Nico S, Nico M, Christian, Ignacio G, Ignacio Z, Esteban, Agustín, Enzo y Gabrielito!!

Mis 27 hermosos y superignacianos niños... quienes ocuparon 27 pedazitos más de mi corazón...COMO LOS EXTRAÑO! es tanto el cariño que les entregue pero fue un millon más el que me entregaron!! aún recuerdo las travesuras, los permisos, los juegos, las penitas, las idas a la biblioteca y sus hermosos disfraces!! Todos eran super héroes! futbolistas! piratas! reyes! animalitos! sus personajes favoritos! TODOS SE VEÍAN PRECIOSOS ESE ÚLTIMO DÍA!!

Se que pasarán por muchas tías más y me pongo a llorar al escribir sobre ustedes pero forman parte fundamental en mi proceso de formación pedagógica! y esas son palabras de gigantes para ustedes pero significan simplemente que son y serán siempre muy importantes para mi y que cada día los recordaré!

Ese último besito que les di en sus frentecitas cuando se iban me dolió mucho...me dolía cada vez que me decían ¡Chao tía Belén! y más si me alagaban diciéndome que sin delantal me veía aún más linda! (: Hubo unos cuantos "te quiero" y unos cuantos "te amo tía" por ahí que los llevo en mi memoria...nunca olvidaría sus voces, sus abrazos...a sus amigos imaginarios y de cada uno recuerdo lo mejor!

Cada vez que los tuve que llevar a enfermería me moría de la pena por dentro! porque lo veía llorar y no lo soportaba... había muchos que no dejaban que las enfermera los tocara si no estaba yo tomándoles su pequeña manito y diciéndoles que todo va a estar bien.

Que milagro fue haberlos conocido!! hicieron que me reconciliara con nuestro amigo Jesús, que rezara una vez más junto a ustedes y que creyera, como ustedes, que Dios es amor y tranquilidad...que venimos al mundo por algo y que nuestro ángel de la guarda nunca se alejara de nuestras espaldas...

Son lo mejor que pudo llegar en un momento en que mi esperanza colgaba de un hilo...me llenaron el corazón! creo que tanto como para tener fuerzas ocho mil lunes para levantarme temprano e ir hacer clases!

Los quiero, los quiero mucho mis jedis, mis vaqueros, mis pinguis, mis Ben 10, mis exploradores, mis Messis, mis ninjas y mis hombrecitos imaginadores de fantasías.


"Amarte a ti, Señor en todas las cosas y a todas en Ti. En todo amar y servir, en todo amar y servir. Tu amor me ha dado vida, tu amor me ha dado ser, de Ti me viene todo y a Ti debe volver. Gustoso, pues, te ofrezco mi haber, mi poseer, tu amor y gracia dame, demás no es menester. Presente en las creaturtas y activo en todo estás en mí, como en un templo, te dignas habitar. De Ti bondad y gracia me lluueven sin cesar, mi oficio ya no es otro sino servir y amar...."

sábado, 6 de agosto de 2011

Lo que Quieras



Denver, Lo que quieras.
Si el invierno te es muy largo, yo puedo acortarlo 
Si te gusta los planetas yo te los llevo a tu puerta.  
Y si quieres ver a dios tengo su foto en un cajón 
Si te molesta tu padre, mejor dile que se prepare.  
Y si quieres suicidarte yo podria dispararte .
 y tambien acompañarte al infierno, a cualquier parte  
Y si no quieres nada auaaaaaaaaaaaaaaa Auaaaaaaaaaaa 
Y si quieres matar a todos aprende hacer bombas nucleares 
Si quieres ganarte el cielo yo me arreglo con san pedro 
Si quieres un mundo nuevo yo ya te lo tengo hecho 
O si has caido alas pues revisa de inmediato tu espalda 
 Lo que quieras, lo que quieras

http://www.youtube.com/watch?v=5WguvYJRTvk

jueves, 4 de agosto de 2011

Gato Guille y los Monstruos




Gato Guille y los Monstruos
Rocío Martínez


El gato Guille se encontraba jugando en su habitación cuando escuchó un extraño ruido. Asustado, corrió a la cocina, donde estaba su mamá, y junto a ella se sintió más seguro. Siguió jugando, y de repente escuchó otro ruido que le aterrorizó. Corrió de nuevo hasta su madre, que estaba en el baño, y se quedó jugando junto a ella, más tranquilo. Sin embargo, mientras estaba allí, volvió a escuchar otro ruido más, y corrió al salon. A los pocos instantes volvió a escuchar el ruido, pero esta vez no encontró a su madre por ningún lado. Temblando de miedo, recorrió la casa buscándola, y la encontró escondida en un armario: “La casa está llena de monstruos”, dijo ella. Pero Guille la tranquilizó: es la cisterna que gotea, es la lavadora lavando ropa, es el viento que se cuela por la ventana.

El pez Arcoiris


El pez Arcoiris
Marcus Pfister

En alta mar, en un lugar muy muy lejano, vivía un pez. Pero no se trataba de un pez cualquiera. Era el pez más hermosos de todo el océano. Su brillante traje de escamas tenía todos los colores del arco iris.

Los demás peces admiraban sus preciosas escamas y le llamaban “el pez Arcoiris”.
¡Ven, pez Arcoiris! ¡Ven a jugar con nosotros! –le decían. Pero el pez Arcoiris ni siquiera les contestaba, y pasaba de largo con sus escamas relucientes.

Pero un día, un pececito azul quiso hablar con él.
¡Pez Arcoiris, pez Arcoiris! –le llamó- Por favor, ¿me regalas una de tus brillantes escamas? Son preciosas, ¡y como tienes tantas . . . ¡

¿Qué te regale una de mis escamas? ¡Pero tú qué te has creído! –gritó enfadado el pez Arcoiris- ¡Venga, fuera de aquí!

El pececito azul se alejó muy asustado. Cuando se encontró con sus amigos, les dijo lo que le había contestado el pez Arcoiris. A partir de aquel día nadie quiso volver a hacerle caso, y ya ni le miraban; cuando se acercaba a ellos, todos le daban la espalda.

¿De qué le servían ahora al pez Arcoiris sus brillantes escamas, si nadie le miraba? Ahora era el pez más solitario de todo el océano. Un día, Aroiris le preguntó a la estrella de mar:
¡Con lo guapo que soy . . .! ¿por qué no le gusto a nadie?
No lo sé –le contestó la estrella de mar-. Pregúntale al pulpo Octopus, que vive en la cueva que hay detrás del banco de coral. A lo mejor él tiene la respuesta.

El pez Arcoiris encontró la cueva. Era tan oscura que casi no se veía nada. Pero, de pronto, en medio de la oscuridad, se encontró con dos ojos brillantes que lo miraban.

Te estaba esperando –le dijo Octopus con una voz muy profunda-. Las olas me han contado tu historia. Escucha mi consejo: regala a cada pez una de tus brillantes escamas. Entonces, aunque ya no seas el pez más hermosos del océano, volverás a estar muy contento.

Pero . . . Cuando el pez Arcoiris quiso contestarle, Octopus ya había desaparecido.
“¿Qué regale mis escamas? ¿Mis preciosas escamas brillantes? –pensó el pez Arcoiris, horrorizado. ¡De ninguna manera! ¡No! ¿Cómo podría ser feliz sin ellas?”

De pronto, sintió que alguien le rozaba suavemente con una aleta. ¡Era otra vez el pececito azul!
Pez Arcoiris, por favor, ¡no seas malo! Dame una de tus escamas brillantes, ¡aunque sea una muy, muy pequeñita! El pez Arcoiris dudó por un momento. “Si le doy una escama brillante muy pequeñita –pensó-, seguro que no la echaré de menos.”

Con mucho cuidado, para no hacerse daño, el pez Arcoiris arrancó de su traje la escama brillante más pequeña de todas.
¡Toma, te la regalo! ¡Pero ya no me pidas más! ¿eh?
¡Muchísimas gracias! –contestó el pececito azul, loco de alegría-. ¡Qué bueno eres, pez Arcoiris! El pez Arcoiris se sentía muy raro. Siguió con la mirada al pececito azul durante un buen rato, viendo cómo se alejaba, haciendo zig-zags, y deslizándose como un rayo en el agua con su escama brillante.

Al cabo de un rato, el pez Arcoiris se vio rodeado de muchos otros peces que también querían que les regalase una escama brillante. Y, ¡quién lo iba a decir! Arcoiris repartió sus escamas entre todos los peces. Cada vez estaba más contento. ¡Cuánto más brillaba el agua a su alrededor, más feliz se sentía entre los demás peces!

Al final, sólo se quedó con una escama brillante para él. ¡había regalado todas las demás! ¡Y era feliz! ¡tan feliz como jamás lo había sido!
¡Ven pez Arcoiris, ven a jugar con nosotros! –le dijeron todos los peces.
¡Ahora mismo voy! –les contó el pez. Artcoiris, y se fue contentísimo a jugar con sus nuevos amigos.


Uno de los hermosos tesoros que descubrí en mi practica dentro del colegio San Ignacio El Bosque...aun recuerdo la carita de mis niños al ver que el pez arcoiris también les había regalado escamas brillantes a ellos! (: que nostalgia...